He comenzado un cuadro, Entre espacios, y cuando, después de un tiempo enfrascada en los 45x38 cm de su superficie, desvío la vista para descansar, me encuentro siempre con la entrañable mirada de estos cuatro seres enigmáticos que se toman como un deber (o un entretenimiento) desplazarse conmigo a cada rincón del estudio donde yo me desplace.
Tomasín, Lili, Misha y Blanquito han adquirido una entidad artística propia a fuer de convivir con lienzos, tubos de pintura, fotos, escuadras y cartabones, lápices y listones de madera. En su retina están grabados todos mis logros y desvelos, mis rabietas, y mis saltos de alegría cuando algún fragmento de cuadro me sale medio bien. Por ello hoy sus imágenes son sujeto de mi entrada sobre arte.





