El
alero de mi casa atrae la mirada como imán suave y persistente. Se
presenta acompañado de nubes y montañas, compañeras infatigables en el
camino del tiempo. He dejado su huella en mis cuadros. Soy una compañera
más.
Podéis ver estas obras en mi exposición retrospectiva sobre
paisajes de Canseco, en el Auditorio Ciudad de León, en León, hasta el 4
de junio.